Este mes se incorpora LG G Flex al catálogo de retenciones Vodafone, en la gama premium, con plazos de 19,36 €/mes durante 24 meses (cuota de servicio aparte) y un pago inicial desde 119 € en tarifa Red M, lo que supondría, en este caso, un desembolso total de 584€ para un terminal con un precio libre recomendado de 799 €.

Por lo que respecta al terminal en sí, exteriormente, lo primero que llama la atención es, obviamente, su perfil curvado, que se amolda a la cara de una forma más natural. También destaca el acabado de su panel posterior, que es autoregenerador, de forma que los pequeños arañazos que se producen típicamente al posar el móvil sobre una superficie que no esté perfectamente limpia, desaparecen con el tiempo.

A pesar de su gran pantalla de 6″, sus delgados marcos permiten un tamaño relativamente contenido de 160.5 x 81.6 x 8.7 mm, lo que junto a su peso de 177 g. permite que este tabletófono (o phablet) siga cupiendo en casi todos los bolsillos. Su resolución HD (720 x 1280) le proporciona unos más que suficientes 245 dpi, y permite que la interfaz se mueva con más soltura que en las pantallas FullHD más habituales ya de los buques insignia de los principales fabricantes.

Respecto al hardware interno del LG Flex, nada nuevo en el horizonte, con la presencia del ubicuo Snapdragon 800 de cuatro núcleos a 2,26 Ghz con gráfcos Adreno 330, acompañado de 2 GB de RAM y almacenamiento de 32GB, algo muy conveniente ya que no es ampliable. En cuanto a cámaras, un sensor de 13MP capaz de grabar vídeo 1080P a 600 Hz para la pricipal y otro de 2,1 MP y vídeo 1080P a 30 Hz para la secundaria.

Por lo que toca a conectividad, lo tiene todo, incluyendo LTE cat. 4 (150/50 Mbps), NFC, Bluetooth 4.0 LE e incluso los, cada vez más habituales en la gama alta, infrarrojos. Para alimentar todo, una batería Li-Po de 3500 mAh que promete una autonomía de hasta 720 h en espera y 15 h  en conversación.